Los Diez Mandamientos originales
Los Diez Mandamientos originales, o Decálogo, son un conjunto de preceptos éticos y religiosos considerados fundamentales en el judaísmo y el cristianismo. Según la tradición, fueron entregadas por Dios a Moisés en el monte Sinaí y se consideran el fundamento de la ética y la moral religiosa para muchos creyentes.
Revelación divina
Según la narración bíblica del libro del Éxodo, tras un periodo de cuarenta días y cuarenta noches que Moisés pasó en el monte Sinaí, Dios escribió con su dedo los Diez Mandamientos en tablas de piedra.
Las mesas rotas y la Segunda Revelación
Sin embargo, la Biblia no proporciona información detallada sobre lo que ocurrió con las tablas después de que fueran entregadas a Moisés. Según el relato bíblico, cuando Moisés bajó de la montaña, encontró al pueblo de Israel envuelto en la idolatría y la desobediencia a los mandamientos de Dios, hasta el punto de que rompieron con indignación las tablas escritas por el Señor. Tras este suceso, Moisés regresó a la montaña y, según la Biblia, recibió otro par de tablas en las que Dios volvió a escribir los Diez Mandamientos.
Contenido de los Diez Mandamientos
Incluyen preceptos como el culto a un solo Dios, la prohibición de la idolatría, la prohibición de la blasfemia, la observancia del sábado, el respeto a los padres, la prohibición de matar, robar, cometer adulterio, dar falso testimonio y codiciar lo ajeno. Su importancia es tal que se consideran pilares de la moral religiosa y civil, con aplicación universal en los principios éticos.
En la tradición cristiana
Significado en la fe cristiana
En la tradición cristiana, los Diez Mandamientos se exponen a menudo como parte integrante de la Biblia y de la doctrina religiosa, considerados como fundamento de la fe y el comportamiento cristianos. Para los creyentes, guardar los Diez Mandamientos es una forma de vivir de acuerdo con las enseñanzas de Dios y de llevar una vida moralmente recta. Estos preceptos religiosos se enseñan en las iglesias y comunidades religiosas como base de un comportamiento ético y para fomentar valores como el respeto, la honradez, la integridad y la compasión hacia los demás.
En conclusión
Universalidad y pertinencia
En conclusión, los Diez Mandamientos constituyen un punto de referencia fundamental para muchos creyentes, pues proporcionan un marco ético y moral que influye en su conducta y en su relación con Dios y con el prójimo. Su importancia trasciende las barreras religiosas y culturales, sirviendo de guía moral universal para muchas personas en todo el mundo.
Los Diez Mandamientos originales, según la tradición judía y cristiana, son los siguientes:- No tendrás más dioses que yo.
- No te harás ídolo ni imagen de lo que está arriba en los cielos, ni de lo que está abajo en la tierra, ni de lo que está en las aguas debajo de la tierra.
- No tomarás el nombre del Señor, tu Dios, en vano.
- Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
- Honra al padre y a la madre.
- No matar.
- No cometas adulterio.
- No robes.
- No des falso testimonio contra tu prójimo.
- No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.